La gastronomía paraguaya está en una hora gloriosa

13 junio, 2015

Nunca como ahora, se ha hablado tanto de la gastronomía paraguaya, dentro y sobre todo fuera del país. Este año convergieron muchas actividades positivas algunas incluso, impensables. A la efervescencia habitual que se percibe localmente se agrega ahora, el foco que están poniendo desde afuera, y que debería aprovecharse para qué esta situación no quede en la anécdota. Aquí presentamos un resumen que refleja lo dicho anteriormente.

En boca del The New York Times

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La familia Ojeda, propietaria del restaurante I love Paraguay, un reducto de nuestro país en la gran capital del mundo.

La publicación on line del prestigioso diario neoyorkino  acerca del restaurante paraguayo  I love Paraguay, constituye un hecho histórico. Nunca la gastronomía paraguaya apareció con semejante destaque y consideración en una publicación internacional de semejante importancia.

No se puede aún calcular los efectos positivos que traerán las ondas expansivas que tendrán esta publicación. Y sí, en Nueva York, el más importante e influyente mercado gastronómico del mundo, la comida típica paraguaya llama la atención, es una oportunidad imperdible para trascender un poco más.

El primer Michelin cocinando en Paraguay

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Paco Roncero, sirviendo a los comensales de su restaurante Sublimition, el más caro y sofisticado del mundo.

Paco Roncero, chef español, estará cocinando en Asunción los días 30 de julio y 1 y 2 de agosto en el restaurante Mburicao. Tiene dos estrellas Michelin y tres distinciones similares que le otorgaron en su país (se llaman Soles). Es un cocinero top en España y en todo el mundo.  Es la primera vez, que alguien con tantos pergaminos culinarios vendrá al país para hacernos probar su cocina.

Esto también pone a Paraguay en el mapa internacional de la gastronomía. Además, Roncero es uno de los buques insignia de la cocina de vanguardia, en su país y afuera, y durante su estadía en Asunción dictará una charla, donde expondrá su visión y su técnica, lo que sin duda significará un aporte valioso para los profesionales locales.

Sabores compartidos con Perú

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El embajador paraguayo en Perú, Julio Duarte Van Humbeck, Rodolfo Angenscheit, su colega peruano y la ministra de SENATUR, Marcela Bacigalupo.

Lima, capital del Perú, es actualmente la capital latinoamericana de la gastronomía y dicho país es hoy día, el destino gastronómico número uno del turismo mundial. Semanas atrás, en un renombrado restaurante limeño se realizó una cena denominada Sabores Compartidos, dónde Rodolfo Angenscheidt y un colega peruano presentaron una cena a dos manos y a ocho pasos, donde cuatro eran de cocina paraguaya y cuatro de cocina peruana.

El evento fue el broche de oro de una importante feria internacional de turismo y en la cena estuvieron invitados representantes del sector hotelero y turístico de toda América Latina y personalidades locales. Estuvo auspiciado por la SENATUR y la embajada paraguaya, en un claro intento de utilizar la gastronomía como instrumento de la política exterior del país.

La Yaya Gourmet, la punta de un iceberg

La yaya nuevo

La Yaya Gourmet, el restaurante de tapas recientemente inaugurado en el Paseo Carmelitas. Uno de los tantos proyectos gastronómicos que desarrollará un importante grupo empresarial español.

Y en el ambiente local, todo sigue turbulento. Mucha agitación, mucho movimiento, pero muy irregular. La situación económica está bien para muchos, pero mal para otros tantos. La oferta gastronómica está saturada y a veces obliga al cierre de locales. Pero así como cierran, otros se abren constantemente.

Uno de esos casos, es de La Yaya Gourmet, bar de tapas, un local que recientemente se abrió en el Paseo Carmelitas que presenta una nueva propuesta y viene para quedarse. Es propiedad de un importante grupo empresarial español, que está preparando la próxima apertura de otro local en el mismo lugar y está programando un restaurante de lujo en una de las torres del World Trade Center.

No se trata de una aventura gastronómica, como sí lo es el caso de muchos restaurantes locales, sino de la apuesta meditada de empresarios del Primer Mundo, que ven atractivas posibilidades en nuestro país.

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