María Liz es la rival a vencer en MasterChef

20 junio, 2018
Tania y Joseph definieron anoche la eliminación en MasterChef. La guaireña tuvo que abandonar la competencia. El chinito se salvó por muy poco. Foto de Facebook oficial de MasterChef Paraguay.

Tania y Joseph definieron anoche la eliminación en MasterChef. La guaireña tuvo que abandonar la competencia. El chinito se salvó por muy poco. Foto de Facebook oficial de MasterChef Paraguay.

Apenas quedan ocho participantes en MasterChef Paraguay. Y recién ahora se va aclarando el panorama acerca de quiénes son los principales candidatos para quedarse con el título. María Liz Ocampos, es la que mejores antecedentes tiene y fue señalada por sus compañeras como la rival a la que hay que vencer. Anoche, Tania Casañas Abente abandonó la competencia. Los concursantes mejoraron el nivel en lo que a presentación de los platos se refiere, pero la creatividad es casi nula.

María Liz por primera vez anoche estuvo en la ronda de eliminación, acompañando a Joseph, Adriana, Arcenio y Tania. Los demás compañeros unánimemente la señalaron como la principal competidora que tienen y por igual desearon que ella sea la eliminada. María Liz zafó en el desafío y su plato fue uno de los mejores. Pero llegó a esa instancia dejando dudas al elaborar un plato cuya receta ella eligió libremente y sin que se le pusiera ninguna dificultad para realizarlo.

Tiene una mano excelente para los dulces pero con lo salado siempre es una de cal y otra de arena. Fue la que cocinó los mejores ñoquis en el programa pasado. Esto le dio el privilegio de cocinar, en el primer desafío, un plato que ella eligiera. Eligió elaborar una cazuela de surubí, con los ingredientes que consideraba pertinentes. Cero dificultad. Su cazuela casi parecía una sopa. Por el aspecto, ya descalificaba. Y se fue a eliminación donde le cupo preparar una polenta con salsa de vegetales y un Maipy he´e. Fue el segundo mejor plato.

Detrás de ella, en nuestra consideración de quienes son los mejores, se ubica Diego. Exhibe una notable regularidad. Es uno de los pocos que siempre elude la eliminación. Tiene conocimientos gastronómicos. Su plato fue el mejor del primer desafío de anoche. El único problema es que todavía no ha hecho nada sorprendente o que por lo menos saque la cabeza por encima de los demás. En un tercer escalón, están casi por igual: Alan, Adriana e Isabel.  De acuerdo al plato que tengan que enfrentar pueden hacer una digna receta o generar un desastre. Son hábiles con recetas específicas.

Después sigue Joseph, es una eterna promesa. Siempre da la impresión de que puede hacer algo sorprendente pero queda a mitad de camino. Su manejo de los utensilios, sobre todo los cuchillos, y su conocimiento de la cocina china da la impresión de que puede dar para más. Hasta ahora no lo ha conseguido. Luis es un manojo de niervos. No se puede vaticinar lo que con él puede llegar a pasar. Y por último está don Arcenio. Extraordinario con los sabores tradicionales paraguayos, pero limitado con la cocina moderna y contemporánea. Su espíritu positivo y los errores de sus compañeros le han salvado hasta ahora de la eliminación.

Debemos aclarar que MasterChef no es un concurso de méritos. De nada sirven las buenas actuaciones anteriores. Un mal día puede acabar con los más pintados. Las diferencias no son muy acentuadas entre los participantes. Lo que sí iguala a todos, es la absoluta falta de creatividad. Anoche, la consigna  era que tenían que elegir libremente una receta, definir los ingredientes a utilizar y especificar el método. Lo que eligieron fue sumamente pobre, platos sencillos, métodos simples. Primer Grado A, para una competencia de esta naturaleza.

La prueba de eliminación consistió en cocinar una polenta con salsa (verduras o carnes) y un Mbaipy he’ê.  Tania, fue la eliminada porque preparó algo que no tenía sabor a nada, según la expresión de Euge Aquino, miembro del jurado. Llegó a la eliminación porque el pira caldo de surubí que hizo, en el primer desafío, fue uno de los peores platos.

Hay un mejoramiento general en el nivel de los concursantes. Sobre todo respecto a la presentación de los platos, aunque don Arcenio se olvidó de decorar el suyo cuando presentó su polenta. Pero lo que vemos hasta ahora sigue siendo muy elemental. A tal punto que, Rodolfo Angenscheidt, otro de los miembros del jurado, suele referirse a los participantes como Aficionados. Aficionados a la cocina, no cocineros aficionados. Tal vez habría que cambiar el título que recibirá el ganador: AficionadoChef Paraguay no MasterChef Paraguay.

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