Embutidos son cancerígenos, la carne roja puede ser

El consumo de embutidos y fiambres es cancerígeno y el de carnes rojas probablemente. La noticia impactó está mañana en la prensa mundial tras conocerse un informe de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC ) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La conclusión se basa en el estudio de la literatura científica acumulado que fue examinada por un grupo de trabajo de 22 expertos de 10 países.

De acuerdo al informe «la carne transformada fue clasificada como cancerígena para el ser humano, en base a indicaciones suficientes según las cuales su consumo provoca cáncer colorrectal». Con carne trasformada se refiere a toda carne modificada por salado, maduración, fermentación y o cualquier otro procedimiento destinado a realzar su sabor y mejorar su transformación.

La mayoría de las carnes transformadas contienen cerdo o vacuno, pero pueden provenir de otras carnes rojas, o de aves, vísceras o subproductos cárnicos como la sangre. Como ejemplo típico de carne transformada se cita al hot-dogs o salchichas de Fráncfort, jamón, chorizos, corned-beef, carne de vacuno seca, así como carnes en conserva y las preparaciones y salsas a base de carnes.

Por otro lado, el informe clasifica a las carnes rojas como «probablemente cancerígenas para el ser humano, sobre la base de indicaciones limitadas según las cuales su consumo induce cáncer». Y por «carnes rojas» debe entenderse «todos los tipos de carne provenientes de tejidos musculares» de mamíferos, incluyendo la carne vacuna, porcina, ovina, equina y caprina.

Las carnes trasformadas fueron puestas por la OMS en su lista grupo 1 que ya incluye al tabaco, al asbesto y a las emisiones de diésel, para los que existe «suficiente evidencia» de vínculos con el cáncer.

«Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal (en el intestino) debido al  consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida», comentó el doctor Kurt Straif, jefe del programa de Monografías de la IARC, a través de un comunicado.

Las carnes rojas,  clasificadas como un cancerígeno «probable» fueron puestas en la lista grupo 2A, en que también figura el glifosato, el ingrediente activo de muchos herbicidas. La clasificación más baja para las carnes rojas refleja «evidencia limitada» de que este alimento provoca cáncer. La IARC encontró vínculos principalmente con el cáncer intestinal, pero también asociaciones observadas con cáncer al páncreas y a la próstata, agregó.

Según la IARC, consumir 50 gramos de carne procesada al día aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Se basa en más de 800 casos estudiados  y existe «pruebas suficientes de que el consumo de carne procesada causa cáncer colorrectal en los seres humanos.» «Este riesgo aumenta con la cantidad», dijo el doctor Kurt Straif, de la  IARC.