Delicia para la vista; delicia para el paladar

La Terraza del Hotel Sheraton, es una delicia por partida doble. No hay otro sitio gastronómico en Asunción que ofrezca tan magnífica vista de la ciudad. Y tienen un buffet, en el que seleccionaron lo mejor de cada estilo de cocina para ofrecer una mezcla de sabores, verdadera fusión de comidas. Y por si esto, fuera poco, todo en un ambiente distinguido y elegante como corresponde a un hotel cinco estrellas.

La Terraza del Sheraton, ya es una marca, es un sello. Se vende más por el lugar que por el servicio y así lo reconoce la misma chef ejecutiva, Romina Romeo, una joven argentina que en sus tres años de estancia en el hotel le ha sabido dar al lugar una onda y un estilo que le costó adquirir. Hoy el sitio, es el escenario propicio y preferido para la realización de todo tipo de eventos, sociales y corporativos.

El lugar, ubicado en el piso 10 del hotel, tiene la particularidad de que permite tener una visión de casi 360 grados de la ciudad. Por un lado, se pueden ver recortados en el horizonte los edificios del centro de la ciudad, con sus luces titilando a lo lejos. Volviendo la vista al otro lado, asoman los altos edificios del nuevo eje corporativo y residencial con su sello de lujo y modernidad.

Mirando hacia el frente del hotel resalta la profusión de luces que emanan del Shopping del Sol y el incesante reflejo de los faros que surgen de los automóviles que incesantemente circulan por la gran avenida. Más allá, aparece la quietud de los barrios residenciales que transmiten un ambiente de calma y mayor sosiego.

Después de hacer este paneo visual, uno se encuentra como con un espíritu un poco más relajado y el azul turquesa que brota contundente de la piscina ubicada en uno de los extremos de la terraza, invita a pensar en lo bien que vendría un trago.

Precisamente, entre las innovaciones aplicadas por Romina está la barra de tragos que se instaló en lugar de la cocina al wok, que durante muchos años, sentó allí sus reales. La barra ha sido todo un éxito y el bartender prepara no sólo los tradicionales tragos por todos conocidos, sino que también introdujo algunas innovaciones elaboradas con productos típicos.

Así, por ejemplo, resaltan el trago Pombero y el Ka´arupyty que tienen como ingrediente principal la caña paraguaya. El Pombero combinado con jugo de pomelo, azúcar y hielo y el Ka´arupyty con jugos de mburucuja y naranja, más el agregado de azúcar y hielo. Y damos fe de que realmente son deliciosos.

Satisfecha la vista, abierto el apetito, con esa especie de elixir, es tiempo de pensar y de acudir a algo más sólido. Y allí el abanico de posibilidades que se abre, en el buffet frío y caliente, es como para satisfacer cualquier gusto. “No hay lo que no hay”, como diría un amigo. Puede uno acudir inicialmente, al tradicional picado de quesos, jamón, aceitunas, nueces y almendras, con panificados de todo tipo.

O adentrarse en algo con más profundo sabor como un shot de ceviche o un cóctel de camarones al estilo mexicano o una ensalada tailandesa de mariscos. O podría uno elegir la suavidad del sushi o tal vez la excentricidad de una ensalada verde, con cítricos, palta y langostinos. Y si uno aguanta, hay una larga lista para seguir probando.

A estas alturas, adentrarnos en la zona caliente, requiere que pongamos el freno de mano porque si nos vamos de boca es probable que terminemos pidiendo ayuda a un té de boldo o a una de esas pastillas que en la farmacia venden como yorador estomacal.

Pero sólo a título informativo repasemos lo que se encuentra ahí al alcance de la mano:

• Salmón con espárragos y suave salsa de salvia
• Vegetales horneados con aromas de olivas
• Lomito Malbec al modo del chef y papas acordeón
• Arroz frito con calamar y camarón
• Cerdo agridulce y rollitos primavera
• Supremitas con salsa de hongos

Y por último, todavía están a disposición, las especialidades dulces del chef pastelero, pero a estas alturas ya no  queda espacio ni siquiera para una mención más detallada.

La terraza se habilita al público, todos los días, desde las 20:30 hasta las 00:00 y los fines de semana este horario se prolonga un poco más. El lugar permanece inhabilitado los meses de junio, julio y agosto, por la incomodidad que provoca el clima y en setiembre se vuelve a reabrir.

A la hora de hacer las cuentas, los 170.000 guaraníes que cobran por persona se reducen bastante con las promociones de las tarjetas de crédito, y considerando que los cubiertos y el IVA están incluidos.

Pero más allá del análisis de costo-beneficio que siempre acostumbran a hacer los comensales, uno tiene la sensación de que ésta experiencia vale la pena.

El buffet de postres no que se queda atrás. Las innumerables opciones que ofrece compite con el buffet frío (foto de arriba), en donde también se puede encontrar de todo.